Los documentos del inmueble son verificados y validados legalmente por nuestro estudio jurídico aliado, garantizando que la propiedad esté libre de cargas o conflictos.
Nuestros peritos realizan una tasación física y comercial, verificando el estado del bien y su posición registral.
Analizamos el perfil financiero del solicitante a través de sistemas como Equifax y Sentinel, para estimar el nivel de riesgo y la capacidad de pago.
Una vez evaluada la operación, se redacta el contrato de mutuo en coordinación con la notaría, incluyendo los términos acordados entre el inversionista y el solicitante.
En la notaría, ambas partes firman la Escritura Pública. Previamente, se inscribe el bloqueo registral a favor del inversionista y se realiza la entrega del desembolso pactado.
La garantía hipotecaria se inscribe en SUNARP, registrándose en la partida literal del inmueble como respaldo legal a la inversión realizada.